PREGUNTAS

Dice Jesús: «Pedid, y se os dará; buscad, y encontraréis; llamad, y Dios os abrirá la puerta.  Pues todo el que pide, recibe, y el que busca, encuentra, y al que llama, Dios le abrirá la puerta».  (Mt 7, 7-8 )

En el día a día de la vida, de nuestra propia historia nos surgen muchas preguntas. Pero si una es directa y clara es la de preguntamos un ¿por qué?. Y ante esta cuestión estamos en espera, buscamos respuesta pero no nos conformamos con cualquiera, sino aquella que nos de una razón, que tenga validez, incluso que nos satisfaga o bien nos ayude.

En el momento en que este por qué toca lo mas íntimo de mi persona, intuimos que llega el momento de buscar  una respuesta que guíe la propia vida hacia un compromiso.

Más aún, ante la opción por la vida religiosa, el por qué crece, y se convierte en un ¿por qué a mí?. Y entonces la respuesta buscada se hace más grande y más exigente.

¿Tienes que descubrir el por qué por ti mismo? Sí, pero quizás sigas sin satisfacer tu búsqueda porque resulta que la respuesta que buscas es personal de tú a tú con Dios y es sólo en este encuentro que alcanzarás la respuesta a un nuevo horizonte que se abre en tu vida. 

Y te seguirás preguntando: ¿Por qué mi vida en la vida religiosa? Bien, pues porque el SEÑOR, ¡CUENTA CONTIGO!. Te presenta un proyecto de vida, de esperanza y amor. Entonces, si esta pregunta ronda en serio por tu cabeza, te estás planteando una cuestión importante que te va a llevar a esa búsqueda,  y a una respuesta inmediata y clarificadora, a mojarte y luchar por lo que sientes, quieres y amas.

Si intuyes algo importante y a la vez algo grande... te cambiará y sin duda que te fascinará la aventura porque la vocación es una respuesta al Amor de Dios, es vivir una relación con Él, que a su vez hay que cuidar.

SÍ, TE ESPERA A TÍ, con todo lo que eres y todo lo que en tus manos está por hacer, así que, te queda responder y confiar tu vida al Señor ¡ACUDE AL ENCUENTRO, SÉ VALIENTE, VALE LA PENA!. Y ten presente que la respuesta a su invitación a seguirle, con todo tu corazón y tu ser, es por Amor para vivir Amando. Y siempre es más lo que recibimos que aquello que podemos dar.

Si te ha tocado el corazón, adelante, apuesta fuerte porque el premio es grande y en su Palabra irás escribiendo tu historia con Él. Porque…

“Nadie fue ayer,
ni va hoy,
ni irá mañana
hacia Dios
por este mismo camino
que yo voy.

Para cada hombre y mujer
guarda un rayo nuevo de luz, el Sol;
y un camino virgen, Dios”.

(León Felipe)

HOY es TU MOMENTO para responderle: ¡AQUÍ ESTOY SEÑOR, CONTIGO!

 

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